miércoles, 22 de junio de 2011

Un Anhelo Cumplido.

Al despuntar el alba 

Apenas despuntaba el alba, se presentó ante mis ojos, una visón imposible, de repente, de la nada, fue surgiendo, materializándose de entre la niebla, como si de un volcán que surge de las profundidades del mar se tratara, apareció, estaba ahí, era real, no era un sueño y si lo era.
Un anhelo cumplido. Hoy se ha cumplido uno de esos sueños de la infancia, un sueño imposible, el sueño de infinitas generaciones de canarios, la leyenda era cierta. La emoción me embargó. Vi como emergía en el horizonte, envuelta entre la niebla y misterio la isla de "San Borondón".



La Leyenda. San Borondón, la Nom Trubada.

Dice la leyenda, que las Islas Afortunadas no son afortunadas sólo por el clima sino porque en ellas se produce un hecho fabuloso; que no son sólo siete, sino que en realidad son ocho islas. La octava isla sólo puede verse en días muy contados y especiales. Aparece y desaparece ante la vista como por encantamiento. Hay que mirar con mucha atención y no todas las personas son capaces de verla, dicen que algunas personas de espíritus oscuros han muerto fulminados al verla. Esa fabulosa isla es la isla de San Borondón.



En estos términos habla Don Joseph de Viera y Clavijo en su "Historia de Canarias".


La famosa cuestión de San Borondón


El rumor de las apariciones de esta isla es sin duda posterior al descubrimiento y conquista de las Canarias, porque, si los historiógrafos de Bethencourt el Grande hubiesen adquirido noticia de ella, no es probable que se resolviesen a omitirla. Pero es constante que, desde los principios del siglo XVI, ya la reputación de esta nueva tierra atormentaba el juicio de los naturales y extranjeros. Ya entonces dice el portugués Luis Perdigón que el rey de Portugal había hecho merced de esta isla a su padre, si la descubriese; bien que, cuando se firmaron los artículos de la paz de Évora y la corona de Portugal cedió a la de Castilla su derecho a la Conquista de las Canarias, se nombró entre ellas la Nom Trubada o Encubierta. Ya desde entonces negarles a los habitantes de la Palma, Hierro, y Gomera que la solían ver en ciertos tiempos del año hacia el Oeste-Sud-Oeste de la Palma y al Oeste-Nor-Oeste del Hierro no era una tierra real y verdadera, sino una ilusión de la vista auxiliada de la imaginación preocupada, era darles la mortificación de negarles una cosa evidente, porque entre ellos siempre ha habido personas que  saben distinguir entre la tierra y una acumulación de nubes; que observaron aquella aparición a una misma distancia, en el mismo sitio, de una misma magnitud y configuración; que tuvieron cuidado de dibujar la perspectiva en diferentes ocasiones y que, comparando los dibujos, han tenido la satisfacción de hallarlas uniformes.
En efecto, aquella tierra siempre se ha delineado corriendo Norte-Sur, formando hacia el medio una considerable degollada o concavidad y elevándose por los lados en dos montañas muy eminentes, mayor la de la parte septentrional. Se ha juzgado que distará cuarenta leguas de la isla de la Palma y que podrá tener 87 de largo y 28 de ancho. Véase aquí uno de los últimos dibujos de San Borondón, hecho en la Gomera, año de 1759, y la carta en que un religioso franciscano habla a un amigo suyo con el estilo sincero de quien no dice más que lo que cree:

“ Muy R.P.D. Mucho deseaba yo ver a San Blandón y, hallándome en Alajeró el día 3 de Mayo de este presente año, a las seis de la mañana, con poca diferencia, la vi en esta forma; y puedo jurar que, teniendo presente al mismo tiempo la del Hierro, vi una y otra de un mismo color y semblante y se me figuró, mirando por un anteojo, mucha arboleda en su degollada. Luego mandé al cura don Antonio Joseph Manrique, quien la tenía vista por dos ocasiones, y cuando llegó sólo vio un pedazo; y noté, estándola mirando, corrió una nubecita y me ocultó la montaña y, pasando hacia la degollada, más la volvió a descubrir, viéndola como antes sin diferencia por espacio de hora y media, y después se ocultó, estando presente más de cuarenta personas. A la tarde volvimos algunos al mismo puesto, más nada se veía, por estar lloviendo lo más de la tarde. El horizonte del poniente estaba tan claro que resplandecía como el oro en el cristal, y también noté con el anteojo el mar y traviesa que hay del Hierro a San Blandón. Esto que llevo dicho vi y noté, sin añadir ni disminuir ni un punto. El no verse el fin de la punta que corre hacia La Palma del puesto referido lo estorba el repecho que llaman de Areguerode, y discurro se hubiera visto mejor de Chipude, de donde se descubre la isla de La Palma. A los dos o tres días que salí de Alajeró se volvió a descubrir, según me dice el hermano fray Juan Manrique, que la vio justamente con el señor cura y otras personas.“.

Estas apariciones, que ya hacemos vanidad de despreciar, eran la gran quimera de nuestros abuelos y fueron miradas en estos dos últimos siglos con tanta seriedad, que muchas personas prudentes creyeron debían sacrificar con honor su caudal y su mismo reposo a un descubrimiento en que interesarían servir a la nación y hacer de camino su fortuna. La primera expedición, que yo sepa, fue la de Fernando de Troya y Fernando Álvarez, vecinos de Canarias en 1526...
(Historia de  Canarias I – 28,ed. A. Cioranescu,
                        Santa Cruz de Tenerife, 1982)



Dos dibujo de San Borondón realizador por Don Joseph de Viera y Clavijo, incluidos con el texto anterior, "Historia de Canarias".
Forma de la isla según la descripción de los testigos que dicen haberla visto.



Lugar donde se supone se encuentra la misteriosa isla.



Al despejarse la niebla, surge la realidad, no era San Borondón, era la Montañeta, en el Valle de la Orotava (Tenerife).
Pero la emoción que experimente, ante tan bello espectáculo, hizo que sintiera, como si fuese de verdad San Borondón.
Sé, sin lugar a dudas, que esto es lo más cerca que estaré jamás, de ver la mítica isla de San Borondón, pero no importa, ha hecho que experimentara, la misma emoción, que si viera la auténtica isla de San Borondón.


  
Este fenómeno se produce, cuando la zona de inversión térmica baja hasta los 500 metros de altitud o menos. Debido, al llamado “Tiempo de Sur”, la entrada de aire cálido, seco y con polvo en suspensión proveniente del Sahara, empuja hacia abajo el “Mar de Nubes”. Es entonces cuando se produce este curioso fenómeno, el “Mar de Nubes” se sitúa prácticamente sobre del mar.




La zona de inversión térmica.
Las diferencias de temperatura y humedad entre alisios superiores e inferiores provocan la llamada zona de inversión térmica. No siempre a mayor altitud, la temperatura es más baja y la  humedad más alta. En las islas de mayor relieve, por lo general a los 2.000 metros, se produce la zona de inversión, donde actúan los vientos alisios superiores, se registran temperaturas más altas y el aire es más seco. Mientras, por debajo de la zona de inversión, hacia los 800 metros, las temperaturas son más bajas y el aire más húmedo y esto origina el llamado “Mar de Nubes” o “Panza de Burro”

La zona habitual del “Mar de Nubes”, es entre 800 - 1500 m. de altitud.
“Mar de Nubes” (vista desde arriba)

“Panza de Borro” (vista desde abajo)




Canarias en la Mitología. Marcos Martínez Hernández.
Centro de la Cultura Popular Canaria


lunes, 20 de junio de 2011

La Sandunga.



Instrumento musical parrandero canario, muy utilizado antiguamente en parrandas, fiestas familiares y como acompañamiento de “los Divinos” (Grupos que cantan villancicos por las calles en los días de Navidad), en la actualidad hay muy pocos que se atrevan con ella, debido a la dificultad de llevar un buen ritmo y a que la economía ha mejorado y permite comprar instrumentos más “elegantes”
Aunque su origen es incierto parece estar relacionado con “El Charrasco” un instrumento similar utilizado en Galicia, (sobre todo Pontevedra). El nombre de Sandunga parece venir de un ritmo o canción sudamericana.
Canarias siempre ha sido mezcolanza de culturas: Guanche (habitantes prehispánicos), español, portugués, italiano, ingles y por descontado, las influencias del retorno de los indianos.

El instrumento base, es muy simple: Armazón de dos palos en forma de cruz, uno largo; más de un metro para que sea cómodo de tocar si estamos de pie, sobre el que se fija una lata de aceite a modo de caja de resonancia, unos alambres fijados a los extremos, de dicho palo a modo de cuerdas, pasando por la lata de aceite y el otro palo mucho más corto sobre el que se clavan un puñado de chapas (tapas de refresco), a modo de sonajero.

“El Jeito” (truco o arte) para tocarlo consiste en: Con la mano izquierda se sube y baja la Sandunga golpeando el mástil contra el suelo, al tiempo que con un palo (baqueta) en la mano derecha se golpea en la lata de aceite o sobre las cuerdas de alambre. Simple, muy simple aparentemente, pero, hay que hacer dos movimientos diferentes con cada mano, la izquierda sube y baja y la derecha se mueve en horizontal. Inténtalo y me cuentas que tal se te da.

Aunque su funcionamiento es muy sencillo, es difícil cogerle el “Jeito” (truco o arte) y sacarle un buen ritmo, tenga en cuenta que en realidad se deben mantener dos ritmos o toques diferentes uno vertical y otro horizontal. Yo como soy un desorejado de cuidado, sólo lo intento cuando “he mojado el pico” con unos cuantos vasos de vino, lo cual no garantiza que suene mejor, sino que a mí, deja de importarme, que se rían de mi total ausencia de oído, que no de orejas, que por cierto, se me arreglaron algo con los años, pues de niño, las tenía “algo desabrochadas”.
Aquí pongo un par de direcciones Web, donde pueden oír y ver una pequeña demostración, de cómo se utiliza el instrumento, aunque la verdad, es que no son precisamente unos virtuosos de la Sandunga, pero si más amañados que yo.

Detalles de mi Sandunga.
No sean mal pensados, no tiene doble sentido. ;-)
Todos los materiales utilizados para hacerla, son reciclados y sin pulir mucho, por lo que salió bastante rustica que es de lo que se trataba.

Detalle de la doble cruz superior con las chapas ensartadas en los alambres. Produce un sonido, parecido a una pandereta.

Detalle de las chapas colocadas de forma alterna para darle un poco de gracia y que suenen mejor.


Detalle de la cruz inferior, generalmente tiene una sola cruz, pero yo le planté esta, por una cuestión estética y para que hiciera más bulla.

Las chapas están colocadas con clavos de herradura de caballo para darle un poco de gracia.

Detalle de la fijación de los alambres a la parte superior del mástil, el número de alambres es indiferente.



Detalle de la fijación de los alambres en la lata de aceite y de la lata al mástil.


Detalle de la fijación de los alambres a la parte inferior del mástil, los alambres han de quedar bien tensos, no hace falta que los afines ni en Fa, ni en Do, al tercer toque quedan afinados solos. :-)
Véase que en el extremo inferior del mástil hay un trozo de goma (de coche) para que el sonido sea más limpio y la madera no se despachurre al golpear contra el suelo.

Detalle para la colocación del palo (baqueta) mientras no se utiliza. Vea, que el palo está amarrado con un hilo al mástil, para evitar que después de un par de vasos de vino, lo dejemos tirado en cualquier lado y terminemos tocando la Sandunga con la mano, poco recomendable para la salud de la mano.


Detalle por donde se coge la Sandunga, para golpear contra el suelo. Al golpear contra el suelo produce el sonido similar a un tambor y varias panderetas sonando juntas. Procure no pillarse un callo con el entusiasmo.


Al golpear con el palo sobre la lata obtendremos el sonido de un tambor metálico.

Al golpear sobre los alambres obtendremos un sonido metálico con vibración.
No hace falta dar golpes fuertes para que suene, todo lo contrario, con golpes suaves obtendremos sonidos más limpios y no despachurraremos la Sandunga en el primer “tenderete”.

Una sandunga, un vaso de vino, un poco de “enyesque” y tenderete asegurado.

sábado, 4 de junio de 2011

Millo Frito

El millo, maíz, jojoto, elote, choclo... Tiene casi tantos nombres como países en América, si acaso más no, y es la base de la alimentación de muchos pueblos de la zona, y sin duda la base de muchos platos . El origen de maíz se sitúa en el valle de Tehucán, en Méjico, a 2.500 m sobre el nivel del mar. Hay restos arqueológicos de plantas de maíz, que datan del 7.000 a. C.

Esta receta es una variante de una receta que me dieron en Madeira, “Milho Frito” allí suele acompañar a la “Espetada” plato típico de carne.
Estas tortitas sirven para acompañar cualquier plato de carne o pescado, como sustituto del pan, le colocas sobre ellas un poco de cualquier queso, jamón o cualquier cosa que se te ocurra y tienes un picoteo exquisito, seguro que las harás con cualquier “excusa”, son muy ricas.

Ingredientes:
Harina de millo (yo utilizo la marca Pan).
Ajos.
Perejil.
Agua.
Sal.

Preparación:
Poner en un recipiente amplio y hondo la harina de millo.



Añadimos la sal, el ajo y el perejil picado muy finamente.


Removemos bien para que todos los ingredientes queden sueltos y bien mezclados.



Añadimos el agua y amasamos, tiene que quedar una maza bastante suave.



Dejamos reposar 5- 10 minutos para que la harina absorba el agua y los sabores del ajo y el perejil.



Volvemos a amasar y añadimos un poco más de agua, tiene que quedar una masa suave pero no pegajosa, que nos permita trabajar sin que se pegue a las manos pero que tanpoco se cuartee al darle forma.



Le damos forma de pequeñas tortas, no demasiado gruesas, (el tamaño depende de lo que queramos hacer).




Si hay niños en casa, podemos darle forma de animales seguro que les va a gustar, a los adulto tanbien nos gusta un toque de simpatía en el plato.



Freímos en abundante aceite, bien caliente, hasta dorar por los dos lados, hay a quien le gusta más crujiente y a quien le gusta menos crujiente, dale el punto que más le guste a tu gente, a fin de cuentas es de lo que se trata, disfrutarlas con las personas a las que quieres.



Sacamos y colocamos sobre una servilleta para que absorba el exceso de aceite.



Quedan con esta pinta.




¿Que niño, no le hinca el diente a esta hamburguesa con millo frito?




¡Perdón!, se que este ,no es el lugar para este comentario, pero si no lo digo reviento.
No puedo pasar la oportunidad de denunciar que la especulación de los “mercados y mercaderes” con el precio del maíz al igual que con otros cereales como el trigo, arroz, soja, mijo, etc. está llevando a mucha gente humilde a pasar hambre. Es una vergüenza que no seamos capaces de poner límites a los especuladores con algo tan primordial como es el alimento de los pueblos. El hambre es la gran “pandemia” del siglo. La vacuna para esta plaga no hace falta sintetizarla en ningún laboratorio farmacéutico, la vacuna es la “Decencia” algo que brilla por su ausencia en este mundo de mercaderes neoliberales.